Allí Estaba Yo

Y allí estaba yo,
observándonte como un felino a su presa,
estudiando cada movimiento de tus ojos
olfateando tus recuerdos y sintiendo mi dolor

Y allí estaba yo,
sintiendo esos vacíos tan profundos,
llenándolos con la plácides de tus sueños
para velar tu corazón y guardarlo al lado de tu paz

Y allí estaba yo,
enfurecido como los vientos de tormenta,
intentando entender la inmensidad del mar
solo como nunca, acompañado como siempre

Y allí estaba yo,
perdido como un ave sin su nido,
descifrando laberintos en el espacio de la habitación
buscando respuestas para poder escapar los dos. 

Siento.

Tristeza es pensarte a cada instante y únicamente poder acariciar el recuerdo de tu sonrisa
tus labios húmedos sobre los mios, el calor de tu cuerpo subiendo mi temperatura 
y la suavidad de tus manos jugando a perseguir mi cabello revuelto por la locura y la pasión.  

Sentir que el tiempo no transcurre y desear que el espacio y la distancia se reduzcan a ese ínfimo vacío de nuestra cama donde solo nos acompañan las luces tenues que nos envuelven con su paz.

Jugar a desvestirnos con miradas y sonrisas que nos lleven de un lugar a otro sin tener que parpadear. Convertir ese amor tan puro en un acto de deseo emocional, buscar con el aliento nuestros corazones para hacerlos vibrar en la penumbra de la oscuridad.

Te extraño y no lo puedo evitar 
te amo y cada día lo hago un poco más
te deseo y me consumo en esta soledad 
te celo y mis sentimientos nunca pierden claridad
 
Solo vivo por tocarte una vez más
por perderme en tu mirada,
amarte hasta que mis días me alejen de esta realidad.