Necesito escribir para sacar toda la mierda que empaña mis sentidos
para plasmar por medio de la pluma y el papel
segmentos de una vida vida falsa e hipócrita que nos rodea constantemente,
para dejar de cuartear la felicidad y encontrar la plenitud del ser.
Necesito escribir cuando la melancolía se apodera de mi cuerpo
y la noche me baña a chorros con su sobriedad,
cuando observo sin usar los ojos y respiro porque mi cuerpo así lo decidió,
no porque tenga ganas de vivir.
Necesito escribir para ahogar la agonía que me consume
para que los gritos sean torturados y el placer deje de existir,
para encontrar un rumbo fijo que me transporte
que me llene de incertidumbres reales y me haga sentir vivo.
Necesito escribir para buscar más dudas y menos respuestas,
para alcanzar niveles desconocidos y aprender a distinguir la realidad,
escribir para desafiar las adversidades y poder encontrar mi soledad.
Necesito escribir porque respiro por las letras sin importar su significado,
sin tomar en cuenta la locura o su abstracción, llenas de poesía sublime que inquietan las verdades
y castigan el silencio encerrado dentro de trivialidades.