Adiós.

Esos momentos donde sentís que tu cuerpo se consume por la ansiedad y necesitás sujetar algo que te mantenga atado a este mundo frívolo y sin sentido. Sentís que la energía te vence y ves la muerte como una salida que te permita olvidar la soledad y los vacíos del interior, te da miedo la oscuridad y los cigarros no son suficientes para calmar los latidos desmesurados de tu corazón. Crees que el tiempo está jugando en tu contra y que nadie tiene la clave para sanar el dolor y la angustía que te carcomen por dentro.

¿La muerte será la solución?

Simplemente no sabés que pensar, tus ojos nublados por las lágrimas no te dejan ver más allá de tu nariz, tu olfato destruido por las noches de parranda está a punto de colapsar, tus labios lacerados por los dientes estilan sangre y gritan por pasión. Esta mierda que estoy sintiendo no puede ser vida, me rehuso a creer que mis días estan contados y que poco a poco estoy muriendo en mi interior; lo único que quiero es terminar con este dolor y sangrar gota a gota cada uno de mis pensamietos hasta que mi cabeza quede vacía. No puedo seguir aparentando que todo está bien, no puedo pretender que estoy entero y fuerte ante la adversidad.

¡Grito y grito sin ser escuchado!

Quiero cegar mi mirada y olvidar que estoy vivo, necesito impedir que el aire llegue a mis pulmones y que la sangre deje de jugar a la montaña rusa dentro de mi cuerpo. ¿Necesito ayuda? ¿Quién podría aliviar las heridad tan profundas que tengo? Las respuestas no llegan y las dudas invaden mi sistema, los nudos en mi garganta intentan frenar el suicidio inminente de mis lágrimas ¿Debería seguir su ejemplo y unírmeles en la odisea?

Maldita!! Le susurro a la vida....

El momento ha llegado, el tiempo es aquí. Tengo que tomar una decisión y aferrarme a ella como un náufrago a la orilla, no puedo seguir perdiendo mi paz, es imposible vivir con tantos sentimientos, dudas y emociones. Si en algún momento decido irme, solo espero que las personas logren entender y que el dolor no traspase y arruine realidades. Es difícil pensar con la cabeza llena de pánico y el corazón colmado de dolor, necesito congelar el tiempo pero él nunca se detiene... Solo existe una manera de no sentir, solo encuentro una forma de escapar, en mis manos está la solución.

¡¿Tendré el valor?!